Cree que la expectativa de una segunda OPA por Sabadell podría haber influido en el resultado de la oferta
MADRID, 17 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente de BBVA, Carlos Torres, ha afirmado que el fracaso de la OPA no era el resultado deseado por la entidad, pero ha subrayado que es la decisión de la mayoría de accionistas de Sabadell y la "asume plenamente".
"En todo momento hicimos lo que creíamos que debíamos hacer", ha defendido en una rueda de prensa celebrada este viernes después de que ayer se conociera que solo el 25,47% de acciones con derecho de voto de Sabadell había aceptado la operación, lo que supone estar por debajo del umbral del 50% de aceptación mínima para controlar la entidad e incluso del 30% que le daba la posibilidad de lanzar una segunda oferta.
Durante la comparecencia ha remarcado su opinión de que la operación planteada tenía un "claro sentido estratégico y financiero" y que era "buena" para accionistas, clientes y empleados de ambas entidades. "Ofrecimos la mejor propuesta posible, una oferta objetivamente atractiva, como han reconocido muchos accionistas relevantes de Sabadell, a quienes agradecemos sinceramente su apoyo y confianza", ha agregado.
El banco de origen vasco asume que la expectativa "infundada" de una segunda OPA puede haber influido en el resultado de la oferta. "La incertidumbre en torno a esa segunda OPA puede haber influido en el comportamiento", ha comentado específicamente, si bien ha matizado que se trata de una "pura hipótesis".
Sin embargo, cree que ha sido "erróneo" descansar en esa segunda OPA porque no tenía ninguna ventaja con respecto a la primera al ser "incierta" y que, de haberse producido, se habría hecho "al mismo precio".
En este sentido, ha recalcado que era "efectivamente hipotética e incierta" porque finalmente no se va a producir al no alcanzar ni siquiera el 30% de aceptación que abría la posibilidad de esa segunda oferta.
"Puede que haya accionistas que hayan descansado en esa opción de una segunda oferta y que se hayan quedado ahora sin la primera y sin la segunda", ha comentado al hilo de una pregunta donde se le ha planteado el escenario en el que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) hubiera despejado la incertidumbre sobre el cálculo de precio equitativo en esa potencial segunda OPA.
"Lo que no sabemos es qué podía haber ocurrido de haberse cerrado esa incertidumbre. Desde luego, no voy a entrar a opinar sobre la actuación del supervisor, nada más que para decir que confiamos plenamente en él; en todos y en la CNMV en particular", ha afirmado.
Para BBVA también han influido otros factores en la operación, como el largo proceso de autorizaciones, que ha tomado más de un año desde el anuncio de la OPA, o las opiniones contrarias del consejo de Banco Sabadell. "Ha sido una oposición muy vocal que nos ha hecho a todos trabajar más, pero bueno, entra dentro de lo que es posible cuando consideran que la OPA no debe aceptarse", ha argumentado el presidente del banco vasco.
Preguntado por si una posible mejora del precio de la OPA hubiera conllevado más aceptación, Torres también considera que esta hipótesis entra dentro del terreno de la especulación, pero ha defendido que la contraprestación ofrecida fue el "mejor precio posible", que hacía que la oferta "tremendamente atractiva" y que el banco tenía poco margen para aumentarlo.
"Consideramos que era una oferta tremendamente atractiva. Lo consideramos así nosotros, lo consideraron accionistas relevantes de Sabadell, y de nuevo reitero mi agradecimiento a los que nos han dado su apoyo. Pero no lo ha considerado así la mayoría de accionistas. No sabemos qué hubiera pasado con más precio, pero lo que está claro es que no teníamos espacio para más", ha comentado.
A renglón seguido, ha puesto de ejemplo el incremento en el beneficio por acción previsto de Banco Sabadell, que era del 40%, frente al incremento previsto para accionistas de BBVA, que era solo del 3%. "Creo que eso ilustra bien que la oferta que pusimos era una oferta atractiva, pero que no podíamos ir a más", ha agregado.
ESTIMACIONES
Con respecto a las estimaciones que BBVA realizó en las últimas jornadas de aceptación de la OPA, en las que preveía una aceptación de entre el 60% y el 70%, Torres ha defendido que se basaban en datos "fiables" como eran las aceptaciones de acciones de Sabadell depositadas en BBVA. "Esas cifras eran y continuaron siendo positivas", con una aceptación entre ellas superior al 50%.
"En función de eso, y de que el comportamiento de aceptación suele acelerarse en los últimos tres días, viendo el comportamiento en operaciones pasadas, viendo los porcentajes en los que estábamos y el 'feedback' que recibíamos prácticamente de manera unánime de los inversores institucionales tradicionales, hacíamos nuestras estimaciones", ha explicado.
El banco cree que el inversor institucional sí ha podido acudir en unos porcentajes "elevados", pero resaltando que se trata de una hipótesis, puesto que no se conoce el nombre de los accionistas.
"Lo que estimamos es que, en el mundo minorista, la expectativa de una segunda OPA quizá ha podido influir de una manera determinante en que las aceptaciones hayan sido menores", ha indicado, señalando en concreto a los inversores que tenían sus acciones depositadas en Banco Sabadell. "Ahí particularmente la aceptación ha sido muy baja", ha agregado.
Esto se une a las dudas sobre si la operación iba o no a tener éxito que surgieron en los últimos días del plazo de aceptación (finalizado el pasado viernes, 10 de octubre) y que han podido retraer al inversor pasivo, es decir, a los fondos indexados y que suponen en torno a un 20% del capital de Sabadell.
"Efectivamente nuestras estimaciones no se han cumplido, pero cuando decíamos lo que decíamos, lo decíamos porque con la información que teníamos era nuestra mejor previsión. No solo la nuestra, también la de otros", ha defendido Torres.
RETRIBUCIÓN A SUS ACCIONISTAS
Sin embargo, Torres ha rechazado hablar de fracaso y ha preferido señalar que se trata de una "oportunidad perdida". Ha remarcado que la conclusión del resultado conocido ayer es que la mayoría de accionistas de Sabadell ha decidido no acudir a la OPA y que respeta y asume esta decisión.
"Continuamos mirando hacia adelante", ha apostillado, remarcando el plan estratégico que tiene la entidad, donde se incluye la previsión de una retribución al accionista de 36.000 millones de euros hasta 2028.
A corto plazo, el banco dispone de unos 13.000 millones, que se van a comenzar a repartir a través de una recompra de acciones de 1.000 millones de euros que se pondrá en marcha el 31 de octubre, del pago de un dividendo de 0,32 euros por acción el próximo 7 de noviembre, y de una recompra "significativa" pendiente de aprobación por parte del Banco Central Europeo (BCE).