Publicado 06/09/2023 17:16

Erdogan se desdice y asegura que será necesario un endurecimiento monetario para doblegar la inflación

Archivo - El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
Archivo - El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. - Michael Kappeler/dpa - Archivo

MADRID, 6 Sep. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha afirmado este miércoles que es necesaria una política monetaria "dura" para controlar la inflación, lo que supone una vuelta de tuerca respecto a su opinión previa e infundada de que los altos tipos de interés alimentaban el alza de precios.

"Reduciremos la inflación a un solo dígito con el apoyo del endurecimiento monetario", ha reconocido el mandatario a pesar de haber destituido varios gobernadores centrales en los últimos años por no compartir planteamientos económicos heterodoxos.

"Mantendremos la disciplina fiscal, la cual consideramos el cimiento de la confianza y estabilidad en nuestra economía", ha añadido.

Las declaraciones de Erdogan se han producido tras conocerse este lunes el dato de la tasa de inflación interanual turca, que se situó el pasado mes de agosto en el 58,94% frente al 47,83% de julio, reanudando, por tanto, la tendencia de subida iniciada en el séptimo mes del año.

Según los datos publicados por el Instituto Estadístico Turco (Turkstat), la media móvil de la inflación interanual en los últimos doce meses se situó en el 56,28% frente al 57,45% del mes anterior, pero por encima del 54,69% registrado en el mismo mes de 2022.

En términos mensuales, el IPC turco avanzó un 9,09% en agosto respecto de julio, cuando subió un 9,49% mensual. En agosto de 2022 la subida mensual de los precios fue del 1,46%.

De su lado, la variable subyacente, que excluye de su cálculo los alimentos, la energía, las bebidas no alcohólicas y alcohólicas, el tabaco y el oro por la volatilidad de sus precios, se situó en el 64,85%, el tiempo que la lectura mensual fue del 8,89%.

La fuerte aceleración de la subida de los precios ha supuesto un revés a la política monetaria desplegada por la nueva gobernadora del Banco de Turquía, Hafize Gaye Erkan, que ha aumentado desde junio el tipo de interés de referencia hasta el 25% con el objeto de intentar que la inflación retorne a la meta del 5%.