Pide al Gobierno que "reflexione y desista de la voluntad de prorrogar" el gravamen
BARCELONA, 28 Oct. (EUROPA PRESS) -
Foment del Treball ha asegurado que el impuesto a la banca tiene "un impacto directo inmediato de cerca de 15.000 millones de euros para inversiones productivas y pérdida de valor", por lo que ha pedido al Gobierno que desista de la voluntad de prorrogar este gravamen, informa este lunes en un comunicado
Este impuesto, recuerda la patronal catalana, se estableció en 2022 para gravar los supuestos beneficios extraordinarios de los bancos por la subida de tipos, "en un momento que se esperaban grandes necesidades debido a las crisis del Covid-19 y de la guerra en Ucrania".
"Desde entonces la coyuntura económica ha variado, han subido los tipos y también los resultados bancarios, pero en realidad lo han hecho menos que en el resto de sectores. Debe repensarse: no se pueden hacer ordinarias medidas extraordinarias", afirma.
Afirma que el crecimiento económico se ha mantenido, un 2,7% en 2023 y para 2024 se espera un 2,8%, muy por encima de la media de la Eurozona, mientras que los tipos están bajando y "el impuesto impactará negativamente en los resultados y en las inversiones".
Foment asegura que la aprobación de un impuesto permanente en la banca tiene en Catalunya "un impacto directo inmediato de cerca de 15.000 millones de euros vía restricciones de crédito para inversiones productivas y pérdida de valor de las entidades financieras impactadas".
Esta cifra de 15.000 millones se basa en la estimación de que habría 9.500 millones de euros menos en crédito en Catalunya para financiar inversiones productivas: "Esto significaría menos inversión, menos competitividad, menos crecimiento y menos creación de empleo para Catalunya".
"UN MOMENTO CLAVE"
Todo ello, añaden, "en un momento clave para el futuro y con enormes retos a abordar sin dilación, como apunta el informe Draghi y también el informe Letta, que apunta que la pérdida de unidad de mercado está cifrada en un 10% del PIB".
La patronal cita al Banco Central Europeo respecto a que el establecimiento de un impuesto "lastra a los bancos en Bolsa": el Instituto Español de Analistas calcula un efecto negativo en la valoración de los recursos propios entre el 13% y el 14%, y podría llegar a un 22%.
"Esto implicaría una pérdida de valor para los accionistas de las entidades catalanas de 6.300-6.800 millones de euros, que podría llegar a 11.000 millones de euros en función de las características finales de los impuestos", advierte la patronal.
AHORRADORES
Foment pide al Gobierno que evalúe a quien afecta a la medida, básicamente accionistas y ahorradores, más que a las propias entidades, y sostiene que mantener ese impuesto, "que se planteó como excepcional y temporal es que pone en peligro la acción de la Obra Social de la Fundación La Caixa".
La patronal catalana añade que mantener ese gravamen desincentiva el crédito, que hace 15 años que no crece en España, y afecta a los las actividades internacionales y a la competitividad de los bancos "frente a la competencia europea y americana".