MADRID 16 Sep. (EUROPA PRESS) -
El consejero delegado de Banco Sabadell, César González-Bueno, ha defendido que la oferta pública de adquisición (OPA) lanzada por BBVA es peor que cuando se anunció hace 16 meses y cuenta con un mayor grado de incertidumbre.
"La oferta actual es peor que la original que rechazamos. ¿Por qué? Porque originalmente nos ofrecían el 16,2% de la entidad resultante y debido a que hemos dado más dividendos que ellos y eso se tiene que ajustar (...) y debido a que hemos hecho más recompras de acciones que ellos (...) ahora nos están ofreciendo un 13,6%", ha indicado el ejecutivo al intervenir en una conferencia organizada por Bank of America.
"Hemos sido castigados por hacerlo mejor para nuestros accionistas, porque esa es la forma en la que se ajusta la oferta", ha indicado González-Bueno, que también ha recordado que el componente en efectivo ha hecho que la OPA pierda la neutralidad fiscal, por lo que los residentes en España deberán tributar por el canje.
Por otro lado, el primer ejecutivo de Banco Sabadell ha explicado que también existe complejidad e incertidumbre respecto al umbral de aceptación, en caso de que BBVA decida quedarse con cualquier porcentaje del banco catalán por encima del 30% pero por debajo del 50% que aspira a lograr.
González-Bueno ha recordado que esta situación provocaría que BBVA tenga que lanzar una nueva OPA por el resto de las acciones a un precio que tendría que ser igual o mayor que la OPA actual y con la opción de ser plenamente en efectivo.
"Cualquiera que vaya a la primera OPA pierde la oportunidad de hacer un canje en efectivo", ha subrayado el CEO de Banco Sabadell, apuntando a que los que acudan ahora a la oferta, si luego hay una segunda, posiblemente acaben diluidos si BBVA acomete una ampliación de capital para financiarla.
Preguntado por la posibilidad de consolidación con otras entidades, en caso de que Sabadell continúe en solitario, el ejecutivo ha indicado que "tendría mucho sentido, pero no hay apetito" para ellas. Y ello pese a que se producirían tanto sinergias de ingresos como de costes en caso de una fusión entre bancos que no sean los tres principales (CaixaBank, Santander y BBVA).