GRANADA, 10 Oct. (EUROPA PRESS) -
El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, ha abogado este martes por una vuelta a una "senda de disciplina" y "más ortodoxa" en lo económico tras considerar que ha sido "necesario" abordar "actuaciones extraordinarias" por las circunstancias derivadas de la crisis que supuso en el sistema la llegada de la pandemia de Covid-19 y la invasión de Ucrania por Rusia.
Así lo ha apuntado en el desayuno de trabajo organizado por la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos presentado por el presidente de Agbar, Ángel Simón, en un acto moderado por el vicepresidente de la Fundación CEDE, Ramón Adell.
Tras la situación de emergencia humanitaria que ha supuesto tanto la Covid como la invasión de Ucrania, se hace "imprescindible volver a esa disciplina fiscal" en las finanzas públicas en general en la Eurozona, ha detallado Gortázar, que ha especificado que no con ello critica que se saliera "de esa zona ortodoxa ante una situación tan inesperada como fue en particular la pandemia".
"Esa reacción fue clave" si bien ahora, "sin duda, volver a unos niveles de endeudamiento adecuados y a una convergencia del déficit público es necesario en España", y en otros países de Europa como Francia o Italia.
En un entorno "definido por la palabra cambio" --como ha reconocido en el inicio del desayuno al ser preguntado por Adell por el momento sociopolítico actual, condicionado también por el conflicto en Israel-- en el que hay que estar "preparados para lidiar con la incertidumbre", Gortázar ha considerado que el Banco Central Europeo "va a conseguir frenar la inflación, pero que no va a ser inmediato" ni "automático".
Ha señalado que el mercado "asume" que a final del próximo año "pueden caer" los tipos. "En todo caso, si caen, caerán de los entornos del 4" a no menos del 3, ha valorado, en una alocución en la que se ha mostrado convencido de "que el capitalismo se reforme a sí mismo es imprescindible, es necesario" y a su parecer "está empezando a pasar".
En cuanto a la situación en España, "tenemos como país un sector financiero sano, sólido" y "bien encaminado", con bancos "rentables", una circunstancia positiva en tanto "el sector financiero es el aparato circulatorio" de la economía por lo que su buen funcionamiento redunda en el de las empresas y los agentes sociales.
