MADRID 17 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Comisión de Bolsa y Valores (SEC) de Estados Unidos permitirá a las compañías cotizadas la posibilidad de impedir que sus inversores se unan a demandas colectivas ('class-action lawsuit'), al tiempo que el presidente de la agencia, Paul Atkins, ha prometido "hacer las Ofertas Públicas Iniciales grandes de nuevo".
El regulador ha indicado que ya no suspenderá a las empresas de los mercados públicos si prohíben a sus accionistas presentar demandas colectivas, lo que supone una vuelta de tuerca respecto de una política con décadas a sus espaldas y amparada por Administraciones tanto demócratas como republicanas.
El nuevo sistema permitirá a las firmas estadounidenses exigir un arbitraje que atienda las reclamaciones de los accionistas, lo que dejaría estos reclamos fuera del brazo del sistema judicial.
El objetivo de la SEC es flexibilizar el cumplimiento con la normativa legal y desregularizar conforme a los designios del presidente Donald Trump.
Por otra parte, Atkins pretende aumentar el atractivo de las salidas a Bolsa mediante la "eliminación de los requisitos [...] que no proporcionen protección sustancial a los inversores". Según el jefe de la SEC, esto "minimizará la incertidumbre regulatoria" y la "complejidad legal" de las operaciones.