BRUSELAS, 20 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los Estados miembro han acordado este miércoles avanzar con una regulación para calificaciones medioambientales, sociales y de gobernanza que promueva la confianza de los inversores, en el que juegue un papel la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA).
El fin de esta medida es reforzar la fiabilidad y comparabilidad de las calificaciones de sostenibilidad, mejorando la transparencia y la integridad de las operaciones de los proveedores de estos 'ratings', evitando posibles conflictos de intereses.
Los proveedores de calificaciones de sostenibilidad deberán estar autorizados y supervisados por la ESMA y cumplir con una serie de requisitos de transparencia, sobre su metodología y fuentes de información.
Siguiendo la línea de la directiva de información sostenible de las empresas, los Veintisiete aclararon que las calificaciones abarcan factores medioambientales, sociales y de derechos humanos o de gobernanza.
Así las cosas, los proveedores de calificaciones que deseen operar en la UE deberán cumplir determinados requisitos, incluyendo la autorización de la ESMA o una decisión equivalente para operadores de fuera del bloque.
Con este acuerdo, los países de la UE fijan su posición y se encuentran en disposición de negociar el reglamento con el Parlamento Europeo a partir de enero de 2024.