(Información remitida por la empresa firmante)
Madrid, 14 de julio 2025.-
En los últimos años, ha quedado claro que lo que se cree no solo afecta al cuerpo, sino también a la mente y comportamiento. Investigaciones como las iniciadas por el Dr. Richard Wurtman en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) han demostrado que ciertos nutrientes pueden influir en la química del cerebro de manera similar a cómo lo hacen los medicamentos. Esto significa que nuestra dieta puede tener un impacto directo en cómo pensamos, sentimos y actuamos.
El Calcio y magnesio son clave para mantener el equilibrio mental. Por ejemplo, el calcio alto en el cuerpo está relacionado con la depresión, mientras que niveles bajos pueden causar irritabilidad y cambios de humor.
Por otro lado, algunos minerales esenciales para la salud también pueden causar problemas si no se encuentran en equilibrio adecuado en el cuerpo.
No solo la cantidad de minerales en el cuerpo es importante, sino también el equilibrio entre ellos. Si los niveles de ciertos minerales, como el sodio y el potasio, son demasiado altos, pueden fomentar comportamientos agresivos. A su vez, la falta de calcio y magnesio puede llevar a síntomas de ansiedad. Este tipo de desequilibrios se pueden detectar mediante análisis de tejidos, como el análisis mineral de cabello una herramienta que ayuda a identificar deficiencias o excesos de minerales en el cuerpo o con la nueva tecnología de espectrofotometría de Clínicas UME.
Para Pedro Rodríguez - neuroinmunogerontólogo y director adjunto de Clínicas UME - muchos pacientes no son conscientes de lo que realmente consumen. Cuando se les pregunta por el tipo de magnesio que toman (gluconato, treonato, carbonato, etc.) o la concentración adecuada en miligramos, la respuesta común es: “Tomo lo que dice el bote”. Este es solo un ejemplo de la desconexión existente entre lo que consumimos y lo que realmente necesitamos para optimizar nuestra salud.
Los suplementos de magnesio han ganado popularidad. Esto se debe en parte a la creciente conciencia sobre la importancia de este mineral para la salud, especialmente en países donde la deficiencia de magnesio es común, como España, donde el 80% la población no consume suficientes niveles de magnesio. Esto es cierto. ¿Pero es solucionable el déficit de magnesio a través de su simple ingesta?
Veamos.
Para Rodríguez ¡Un nivel alto de minerales puede ser tan dañino como un nivel bajo de minerales! El equilibrio es clave para la salud, y esto aplica también a los minerales en nuestro cuerpo. Un nivel excesivo de un mineral puede ser tan perjudicial como una deficiencia. Por ejemplo, el calcio, un mineral crucial para la fortaleza ósea, si se encuentra en exceso, puede causar problemas graves como cálculos renales o calcificación de los tejidos blandos, mientras que un nivel muy bajo puede debilitar los huesos, provocando osteoporosis. En ambos casos, el cuerpo no puede usar el calcio de forma eficiente. Es como una balanza: demasiado peso en cualquiera de los lados la desequilibra.
Los niveles de minerales no siempre son lo que parecen. A veces, una prueba puede mostrar que un mineral está en su nivel "normal", pero eso no significa que realmente esté equilibrado. Un buen ejemplo es el cobre: un análisis de cabello puede indicar que está dentro del rango aceptable, pero el cuerpo puede estar atravesando un estrés que haga parecer que el cobre está bien cuando, en realidad, podría estar en exceso o deficiencia. En estudios posteriores, el nivel de cobre podría aparecer extremadamente alto. Aquí es donde entra el papel de un buen especialista, como un detective, que no solo mira los números en la tabla, sino que analiza el contexto y los patrones a lo largo del tiempo dice Rodríguez -autor de Aging)
El experto también afirma qué, solo porque un nivel es bajo, es poco probable que aumente gracias a la suplementación directa. No siempre basta con suplementar un mineral que aparece bajo en una prueba para corregir el desequilibrio. Por ejemplo, si el magnesio aparece bajo un análisis, administrar magnesio adicional no necesariamente corregirá el problema. Esto ocurre porque los minerales interactúan entre sí. A veces, un desequilibrio en otro mineral o en la forma en que el cuerpo absorbe los nutrientes es la causa del nivel bajo, no la falta del mineral en sí. Por lo tanto, se necesita un enfoque integral.
Otras veces ciertas patologías o infecciones pueden afectar a la micronutrición . Una infección por H. pylori puede afectar la absorción de ciertas vitaminas y minerales esenciales, como la vitamina B12 y el magnesio..
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